El cancán emergió hacia 1830 en los bailes populares de las afueras de París. Primero lo bailaron los hombres, hasta la aparición de las primeras bailarinas solistas. Esta danza nació al mismo tiempo que el romanticismo y trataba de expresar el sentimiento y la desesperación. Surgió en las clases populares bajo la forma de improvisación, y era una suerte de transgresión de las normas de la época, para criticar a la monarquía, al clero y la moral burguesa. Fue un período muy difícil, con muchos movimientos políticos, epidemias, emigración del campo a la ciudad... En París había mucha gente que vivía sola, trabajadores emigrantes que se sentían solos y miserables. Por eso iban a los bailes para divertirse y olvidar su triste condición. Poco después, en la alta sociedad, la polca va a causar cierta controversia debido al estrecho contacto entre los cuerpos que prescribe. Así comienza una conexión entre la llegada a Francia de esta danza de origen bohemio y el desarrollo del ultrajante cancán: ambos se dan con un movimiento rápido y en compás de dos por cuatro.
El Moulin Rouge abrió sus puertas en 1889. Una de sus atracciones eran los bailes y contradanzas. En este lugar se encontraba gente de todas las clases sociales y también de todos los países. Para representar eso, en el cancán hay un paso que se llama “la mayonesa”, una metáfora de la extinción de barreras a nivel social y económico. La gente se divierte durante la noche con un grupo de cantantes, bailarinas, acróbatas y malabaristas. De pronto la orquesta toca una forma de galop de “Orphée aux enfers”, de Jacques Offenbach, y las chicas empiezan una danza salvaje en medio del salón, dando puntapiés en el aire y elevando la pierna hasta la cabeza. De vez en cuando, alguna de las bailarinas se da la vuelta y levanta las faldas por detrás. Al final, deslizándose hasta el suelo, las chicas se abren de piernas. Luego se retiran en un alboroto de adornos y lazos de raso; la última vuelve a levantar sus faldas dando el toque final. “El cancán ignora, desdeña y elimina todas las normas, reglas y métodos. Es antes que nada la danza de la libertad”, escribía la bailarina Rigolboche en sus memorias. Libertad no sólo de movimientos, sino también de ideas, pues la palabra cancán, viene del verbo cancaner, que significa criticar, maldecir, armar bronca. En cuanto a la vestimenta de las bailarinas, era una forma de escándalo en sí: la ropa interior aparece al exterior. La bailarina de cancán vestía un corsé muy escotado que desanudaba al salir a la escena. Era una manera de liberarse. En el cuello llevaba una especie de gargantilla que llamaban “collar de perro”. Con ella denunciaba que era tratada como una perra por los hombres, pero demostrando que no estaba atada por una correa. Cuenta Nadège Maruta, bailarina del Moulin Rouge: “en aquella época existía un comisario, el Padre Pudor, que iba a los cabarets a vigilar, y llevaba un metro para cuidar que los escotes no estuviesen demasiado abiertos. La policía también ponía un toque ambiental a los cabarets: los músicos avisaban con una señal de la llegada de los inspectores”. El cancán estuvo prohibido por las autoridades en Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Se decía que muchas bailarinas eran prostitutas. En los orígenes de esta danza las bailarinas se ponían el gorro frigio, un emblema de la República que estaba prohibido. Para transgredir esa prohibición, las bailarinas inventaron un peinado que se parecía al gorro frigio, de color rojo. El cancán, igual que la opereta era una válvula para escapar a esa rigidez social. En ambos encontramos en común la parodia, la sátira y un estilo subversivo. El cancán se bailaba con adaptaciones de músicas conocidas, un repertorio popular compuesto por aires de ópera que se aceleraban para lograr un ritmo más trepidante hasta rozar la caricatura. La música de Offenbach contribuyó a la popularidad del cancán. El galop infernal de “Orphée aux enfers” se asocia siempre a esta danza. Este motivo será retomado en Inglaterra, pues es en Londres donde se funda el término de “french cancan”. El paso por Inglaterra es un momento esencial. No hay que olvidar que la sociedad victoriana era todavía más rígida que la francesa y la necesidad de reaccionar era aún mayor. La edad de oro del cancán fue la época de Henri Toulouse-Lautrec, quien inmortalizó a bailarinas como la Goulue y Jeanne Avril, y supo captar su movimiento trepidante. “Lautrec estaba fascinado por la libertad de los cuerpos de estas bailarinas de piernas ágiles –afirma Nadège Maruta-, pero también las bailarinas estaban fascinadas con él, que casi no tenía piernas. Su enfermedad le llevó a vivir en los márgenes de la sociedad, en ese ambiente nocturno de transgresión”. Es el momento de la Galette, del Théâtre Elysée-Montmartre y del Moulin Rouge. Las bailarinas de cancán ponían su individualidad en primer plano, cada una tenía su sello propio y un vestido diferente. Se daban nombres artísticos sorprendentes: Nini-Patte-en-l`Air (Nini patas por alto), Grille d`Egouts (Reja de alcantarilla), la Sauterelle (la Saltarina), Môme fromage (Chica de queso), Tête de morte (cara de muerta)... Muchas bailarinas formaban una cuadrilla y otras tenían un estilo tan personal que danzaban en solo, como el caso de Jeanne Avril, la modelo preferida de Toulouse-Lautrec. Esta fue una época en la que los enfrentamientos sociales eran mucho más violentos. La Revolución Industrial hizo que los antagonismos estuvieran más marcados, así que el cancán adoptó una forma de desenfreno y de violencia social mucho más intensa. Todo ello lo recoge Toulouse-Lautrec, quien introduce en los museos a seres marginales: prostitutas, artistas del music-hall, payasos... Anne Roquebert, conservadora del Museo del Louvre, observa esa evolución en el arte: “Los artistas se tornan hacia un mundo más popular, atormentado por el dolor, el alcohol, la dureza de la vida, y eso es algo muy nuevo en relación al arte oficial”.
El apogeo del cancán cubre un período relativamente corto, abarcando de 1890 a 1910. A partir de 1910, el ragtime y el jazz comienzan a hacer furor, constituyéndose una nueva cultura subversiva. El cancán pierde entonces su fuerza innovadora hasta convertirse en un rígido cliché. Hay una ruptura con la guerra, en 1914, un momento en que las manifestaciones como el cancán aparecen como algo indecente, fuera de lugar. Después de la contienda llegan los bailes de Norteamérica, que van a representar una nueva forma de libertad. El cancán va a quedar totalmente estereotipado, como una tarjeta postal para turistas.
esta informacion es muy buena me sirvio de mucho para mi expocisin solo una pregunta, que instrumentos se necesitan para crear la musica del cancan?
ResponderEliminarEl Can cán es una danza muy alegre. Se originó en el siglo XIX y, para la época, tenía un carácter escandaloso. Sin duda, quien hizo famoso el can cán fue Jacques Offenbach con su "galop infernal" de Orfeo en los infiernos. Sin embargo, otros compositores también escribieron este tipo de música. Por ejemplo, Franz Lehar incluyó este baile en su obra "La viuda alegre". De 1954 data el musical "Can Cán" de Cole Porter. Al ser una danza muy vivaz requiere de una orquestación importante. El carácter chispeante lo da la sonoridad de la sección de cuerdas, conjuntamente con la flauta pícolo, las trompetas, los trombones reforzado por el marcado ritmo de los contrabajos, tuba, percusión, etc. La soprano Mellanie Holliday nos brinda una excelente interpretación de "La viuda Alegre" y de la "Galop infernal" de Offenbach. El video está en youtube y es verdaderamente muy recomendable.
ResponderEliminarNo deseo contradecir a Estela pero mas bien diria que el maestro Jacques Offenbach, incluye en su obra maestra "O. en
ResponderEliminarlos infiernos" el "dos cuartos" ya famoso en la epoca (muchos maestros tomaron melodias
populares e inmortalizaron), con algunos ele-
mentos melodicos ya existentes encajados en
su obra, para hacerla eterna. No olvidemos que melodias pueden haber muchas pero armonia
es otro capitulo que Offenbach maneja perfec-
tamente. El "dos cuartos" de la epoca tambien
lo podemos encontrar en :"La vida Parisina" ,
preciosa obra del maestro de marras que si no conocen invito a escuchar, ademas de ver o
escuchar completa la obra "Orfeo en los infiernos",no solo se conformen con el Cancan
final.La sola obertura los encantara.
....................Arrigo Horta.. Musicologo